Aún con el paso de los años España sigue aún muy lejos de llegar a los objetivos ambientales marcados por la Unión Europea. El pasado año 2017 se registraron nada más y nada menos que 30 expedientes por infracciones medioambientales.
La construcción de edificios y complejos residenciales en zonas protegidas, la elevada contaminación atmosférica, puntos de depósitos incontrolados o vertidos ilegales de aguas residuales son algunas de las actividades que se han sancionado, y que España ha pagado por ello más de 50 millones de euros en el último lustro.
En el caso concreto de la contaminación atmosférica, a pesar de las medidas de reducción del tráfico de vehículos, de la velocidad máxima permitida y del aparcamiento en el centro de la ciudad, aún queda mucho por hacer, dado que actualmente Madrid se encuentra pendiente de sanción comunitaria por incumplir por octavo año consecutivo los niveles máximos de contaminación permitidos por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud.
Desgraciadamente ésta y otras muchas infracciones se siguen produciendo a diario en toda España siendo conscientes de los daños para la Salud y el Medio Ambiente.