El 2023 ha sido un año de cambio e incertidumbre, y el medio ambiente no ha sido la excepción. Los efectos derivados del contexto económico y de la Guerra de Ucrania junto con la crisis energética han supuesto un importante traspiés en cuanto al avance hacia algunos objetivos, nadie lo puede negar.
Sin embargo, muchas empresas han seguido impulsando su responsabilidad ambiental. En GAIAMBIENTE, donde prestamos nuestra ayuda como consultora ambiental a empresas y organizaciones grandes y pequeñas y a administraciones, creemos firmemente que ahora más que nunca es el momento de apostar por seguir siendo sostenibles.
2023 además es un año clave en cuanto a adaptación normativa, por lo que conviene estar también preparado. Aquí recopilamos algunas de las principales leyes y objetivos que suponen un impacto ambiental y empresarial este año.
Nueva Ley de Residuos
El Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos entra en vigor, siendo aplicable en toda España excepto en País Vasco y Navarra, que tienen regímenes tributarios forales. El impuesto exime del depósito en vertedero o la incineración o coincineración de los rechazos generados en las instalaciones de valorización de residuos, siempre que no sean procedentes de operaciones de tratamiento intermedio o de residuos municipales.
En cuanto a la fiscalidad local, se da un plazo de tres años para que los municipios establezcan una tasa específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste real de las operaciones de recogida, trasporte y tratamiento de los residuos.
Ley de Envases y nueva regulación de los plásticos de un solo uso
También se ha aprobado para entrar en vigor en 2023 el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, una revisión integral de la normativa española en esta materia alineada con los objetivos de la Unión Europea, y que permitirá avanzar en la implantación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclado de envases para 2025 y 2030.
El nuevo Real Decreto tiene como objetivos transponer y aplicar la Directiva de la UE sobre envases de plástico de un solo uso, impulsar la prevención en la producción de residuos de envases y su reutilización, y alcanzar los objetivos de recogida separada de botellas de plástico de un solo uso establecidos en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular.
Además, se establecerá un régimen de responsabilidad ampliada del productor para todos los envases y residuos de envases, de forma que los productores afectados asuman el coste total de la gestión de estos residuos. También se establecerán mecanismos para incrementar la transparencia en la información de envases y residuos de envases.
La nueva normativa impondrá un impuesto de 0,45 euros por kilogramo de envases de plástico no reutilizables. Las exenciones incluyen productos agrícolas, reciclaje mecánico certificado y medicamentos. La ley ha sido objeto de críticas de los grupos industriales, que argumentan que tendrá un impacto negativo en las empresas, especialmente en el sector de alimentación y bebidas, que se estima que enfrentará un impacto directo de 690 millones de euros. Las organizaciones medioambientales, por otro lado, han descrito las medidas como «tibias y tardías» y han pedido que se tomen medidas más drásticas para reducir los residuos de plástico.
Llegan las Zonas de Bajas Emisiones
España está trabajando en la implementación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en ciudades con más de 50.000 habitantes y que superan los límites de contaminación ambiental establecidos por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Estas zonas tienen como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en las ciudades. A partir de 2035, la venta de vehículos de combustión (gasolina o diésel) será prohibida en España, incluyendo los híbridos.
A partir de 2045, estos vehículos también serán prohibidos en las carreteras y calles. Según un informe de Clean Cities, las ZBE pueden reducir las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) en un 20%. Sin embargo, algunos critican que estas zonas no sean suficientes para reducir significativamente las emisiones y que deben ser complementadas con otras medidas como la promoción del transporte público y la construcción de infraestructuras para peatones y ciclistas. Además, algunos temen que estas zonas puedan aumentar la brecha entre las áreas urbanas y rurales y beneficiar a las áreas más ricas en detrimento de las más pobres.
Adelántate a los cambios normativos
Como ves, la regulación en material ambiental está cada vez más viva y es cada vez más rigurosa por el bien de todos. En GAIAMBIENTE trabajamos para que nuestros socios se adapten de la mejor forma posible, ya sean empresa que deben cumplir una normativa o ayuntamientos que quieren también implantar ya medidas hacia la sostenibilidad. Si quieres, puedes contarnos tus dudas contactándonos aquí.