La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular define como «Transportista de residuos» aquella operación de gestión consistente en el movimiento de residuos de forma profesional por encargo de terceros, llevada a cabo por empresas en el marco de su actividad profesional, sea o no su actividad principal.
La normativa estipula que cualquier traslado de un residuos debe ser realizado por una empresa registrada como tal y con medios de transporte acordes a la naturaleza del residuo a transportar, para ello, cualquier empresa, autónomo o profesional, debe estar dado de alta como transportista de residuos en la comunidad autónoma donde realice su actividad principal, prestando GAIAMBIENTE un servicio de asesoría y elaboración de la documentación para la obtención del mencionado registro, entre otros.
El beneficio fundamental es que tu organización cumplirá la ley.
Según el artículo 109 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular operar sin autorización se considera como una infracción muy grave sancionada con multa desde 100.001 euros hasta 3.500.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos o suelos contaminados, en cuyo caso la multa será desde 600.001 euros hasta 3.500.000 euros y adicionalmente, inhabilitación para el ejercicio de cualquiera de las actividades previstas en esta ley por un período de tiempo no inferior a un año ni superior a diez.
Por otro lado, muchos clientes exigen a sus transportistas la autorización, ya que sin ella no se estaría realizando una correcta gestión. Por ello, repercute indirectamente en una mejora económica para la organización que obtiene la autorización.
El beneficio fundamental es que tu organización cumplirá la ley.
Según el artículo 109 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular operar sin autorización se considera como una infracción muy grave sancionada con multa desde 100.001 euros hasta 3.500.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos o suelos contaminados, en cuyo caso la multa será desde 600.001 euros hasta 3.500.000 euros y adicionalmente, inhabilitación para el ejercicio de cualquiera de las actividades previstas en esta ley por un período de tiempo no inferior a un año ni superior a diez.
Por otro lado, muchos clientes exigen a sus transportistas la autorización, ya que sin ella no se estaría realizando una correcta gestión. Por ello, repercute indirectamente en una mejora económica para la organización que obtiene la autorización.
Es fundamental asesorar al cliente para poder darle toda la información acerca de todos los requisitos y responsabilidades.
Para la obtención de la correspondiente autorización es necesario realizar una pequeña memoria que caracterice la tipología de los residuos con los que se va a trabajar, la metodología de trabajo, garantizar el cumplimiento de aspectos legales tales como: el cumplimiento de la inspección técnica de vehículos, la presentación de permisos de circulación, tarjetas de transporte, etc. Adicionalmente, dependiendo de la naturaleza de la actividad, tipología de los residuos con los que se desea trabajar, condicionantes del centro productor y receptor será necesario elaborar diferentes documentos como contratos de transporte, documentos de identificación de traslado, entre otros.
En el proceso de la autorización intervienen diferentes organismos que deben dar su aprobación. Es probable que durante el proceso alguno de los organismos responsables emitan algún requerimiento que será necesario responder en tiempo y forma.
Fase final del proyecto, no obstante, una vez obtenida la autorización no hay que dejar de tener en cuenta los requisitos legales a cumplir.