La nueva regulación de la normativa europea de fertilizantes entró en vigor desde julio de este año, 2022. Con ella se ha puesto sobre la mesa el debate de las novedades que trae consigo para las sustancias fertilizantes que requieren la comprobación de criterios científicos que avalen su eficacia.
Ya en 2009, la UE realizó varias modificaciones en su normativa con respecto a los fitosanitarios. Posteriormente, en 2019, hizo nuevos cambios a nivel de fitosanitarios, dejando atrás el uso de fertilizantes y bioestimulantes agrícolas obsoletos. En Gaiambiente llevamos años prestando nuestros servicios de consultoría en fertilizantes a muchos agricultores, cooperativas y empresas, y aquí te contamos cuáles son las principales claves de esta nueva normativa.
Las nuevas regulaciones de fertilizantes y bioestimulantes de la Unión Europea
Con su última actualización, la regulación de la Unión Europea establece la definición de bioestimulantes de uso agrícola como todos aquellos productos que, a pesar de no ser fertilizantes, poseen en su composición microorganismos o sustancias que tienen la finalidad de estimular la nutrición y el desarrollo de las plantas, incrementando así la calidad del cultivo.
En la actualidad, el uso de fertilizantes se ha visto disminuido debido a la contaminación y problemas de eutrofización de aguas subterráneas que afectaban negativamente el ecosistema. Y, en su lugar, los bioestimulantes están comenzando a ser cada vez más usados como un recurso para la mejora de los cultivos de forma natural.
Los bioestimulantes ofrecen mayores ventajas que los fertilizantes químicos, que ya se consideran como cosa del pasado:
- Optimizan la absorción de nutrientes y agua.
- Reducen la utilización de abonos como potasio, fósforo y nitrógeno que son conocidos por ser grandes contaminantes.
- Incrementan la resistencia de las plantas frente a condiciones ambientales adversas como déficit hídrico, temperaturas extremas, radiación solar excesiva, entre otros.
- Fortalecen la respuesta inmunológica de los cultivos, lo que ayuda a que sean más resistentes ante las plagas.
- Mejoran los procesos de metabolización y fotosíntesis de las plantas.
Cuáles son los bioestimulantes agrícolas incluidos en el nuevo reglamento europeo
Los cambios de la nueva normativa europea clasifican a los bioestimulantes en dos tipos según la categoría funcionales de productos (CFP):
- Productos no microbianos: tanto el origen como la composición de esta clase de productos es muy variada. Su elaboración puede ser a base de compost, extractos de algas y plantas, polímeros de nutrientes, subproductos derivados de la industria alimentaria, extractos naturales a partir de hidrolizados y muchos más.
- Productos compuestos por microorganismos: esta clasificación tiene la limitación de que solo se aceptan tres especies de bacterias con propiedades beneficiosas para las plantas y los hongos micorrícicos.
Una nueva regla: sólo entran en la clasificación productos con eficacia comprobada
Uno de los principales cambios de la nueva reglamentación es que los productos solo podrán indicar su funcionalidad, siempre y cuando, su eficacia haya sido comprobada científicamente. Esto significa que, a partir de ahora, un producto no podrá declarar que es bueno y cumple determinada función, sin antes haber pasado por una serie de pruebas.
Con este cambio, la UE busca que los bioestimulantes sean definidos por su verdadera funcionalidad y sus efectos sobre los cultivos, con el fin de que la agricultura intensiva sea más transparente. Asimismo, todas las sustancias que actualmente tengan la clasificación de “bioestimulantes”, pasarán a ser evaluadas por las entidades acreditadas.
Las modificaciones en este reglamento de la UE exigen cumplir con una aprobación científica, que demuestre la capacidad biológica y funcional del producto. De esta manera, puede ser aprobado una vez pruebe que su composición es segura para el ambiente, que no afecta a la salud humana y que además, cumple la función que declara.
Todas estas modificaciones en la normativa europea de fertilizantes se anuncian como una muestra de que las entidades comienzan a enfocarse cada vez más en lograr una regulación efectiva del uso de estos productos, teniendo en cuenta ser amigables con el ambiente.
Este es un paso considerado por algunos, como un importante apoyo al sector agrícola, que hoy en día, es un sector que debe ser considerado como prioritario, ya que de su producción depende gran parte el sector alimentario a nivel mundial.
Y con la máxima regulación sobre los fertilizantes químicos, los fabricantes ahora deben trabajar en el desarrollo de mejores bioestimulantes que beneficien la actividad agrícola intensiva y al medioambiente.