En la actualidad, y por fortuna, las personas parecen tomar cada vez más conciencia acerca del tema de los desechos plásticos y la creación de planes para limpiar las playas de la contaminación que ahoga los océanos y ríos.
Pero a pesar de esto, hay críticos que aseguran que, si bien los planes de limpieza ayudan a que las personas empiecen a tomar acciones para cuidar el ambiente, nada de esto es suficiente para atacar el problema de raíz.
Para algunos la limpieza de estos espacios que es llevada a cabo por voluntarios o por decisiones gubernamentales, no se centra en abordar las verdaderas causas del problema.
De acuerdo a los argumentos de los críticos, limpiar una playa una temporada no cambia nada, ya que la marea arrastrará consigo nuevos desechos plásticos. Por ello, afirman que lo que realmente tenemos que comenzar a hacer, es reducir la producción de plástico y establecer mejores programas de reciclaje que involucren a todas las personas.
Las campañas de limpieza de playas marcan la diferencia
Durante algún tiempo se ha cuestionado si las campañas de limpieza de playas realmente marcan la diferencia. Pero la limpieza y reciclaje de los desechos arrojados en las playas tiene un gran valor para la conservación del hábitat y las especies que habitan allí.
La reducción de los residuos contaminantes se traduce como un riesgo menos para cada una de las criaturas que conviven en este ecosistema. The Plastic Bank, uno de los más grandes proyectos de limpieza de playas a nivel mundial, trabaja por fomentar la cultura de la recolección de desechos desde la educación.
La limpieza de playas debe ir de la mano de la concienciación con un enfoque educativo. Incentivar a las personas a ser voluntarios y participar en planes de acción relacionados con la recolección de desechos, puede convertirse en una forma de mostrar al mundo la verdadera magnitud del problema.
La acción de limpiar bajo un enfoque educativo que involucre a las personas en la cultura de la conservación del medio, resulta un plan más efectivo que solo trabajar en limpiar ríos y playas.
La limpieza puede ayudar a retirar los desechos que contaminan y afectan la vida de las criaturas de este tipo de ecosistemas. Pero no sirve centrarse en este único enfoque, cuando poco tiempo después, las playas vuelven a estar repletas de plástico y otros contaminantes.
Y es justamente este tipo de comportamientos lo que ocasiona que especies como las tortugas marinas, se vean cada vez más amenazadas por las bolsas pláticas y otros residuos, los cuales se convierten en una causa de muerte cuando las confunden con alimento.
Por esta razón, es fundamental acompañar las labores de limpieza con acciones educativas que sigan el problema de cerca. Se trata de mostrar a las personas el valor del cuidado de las playas e involucrar a los voluntarios a aportar ideas, y exigir a los gobiernos y organizaciones que se tomen medidas que impulsen un cambio positivo.
Trabajar por la limpieza de las playas beneficia al ambiente y al turismo
Está comprobado que existen grandes beneficios a nivel turístico y económico relacionados con la creación de planes de limpieza de playas públicas. Los turistas no visitan una playa que está cubierta de basura, lo que se traduce en pérdida económicas para todos aquellos países que no le den la importancia que merece a impulsar campañas de reciclaje y conservación del ambiente.
Países como Indonesia, que junto a China es considerado como una de las mayores fuentes de contaminación marina, se ha comprometido con la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, a la reducción de los residuos plásticos que contaminan el entorno marino en un 70% como una de sus metas para 2025.
Esta es una de las acciones que forman parte de sus planes para frenar el uso de bolsas plásticas y fomentar la conciencia de limpieza de playas en un trabajo conjunto con sus ciudadanos.
Por otro lado, los expertos consideran que además de trabajar por incrementar la conciencia entre las personas y trabajar por cuidar los hábitats naturales, es necesario plantear y poner en marcha soluciones que ofrezcan resultados a largo plazo.
No se trata de enfocarse solo en el presente, sino que la meta debe ser limpiar de plásticos los ríos y mares para un futuro donde la contaminación no se convierta en un problema con consecuencias globales irreversibles.
Sin embargo, para lograr esto el compromiso no debe ser solo de parte de los ciudadanos a nivel individual. Los gobiernos también deben estar comprometidos a enfrentar el desafío de limpiar las playas y crear un mejor ambiente para todos.
Como ves, las acciones mediambientales cobran verdadero sentido cuando tienen directrices ambientales y científicas planificadas detrás, una labor en la que en GAIAmbiente somos especialistas. Si quieres conocer cómo trabajamos, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí.